Pienso sintiendo, luego existo
Con frecuencia y ante situaciones conflictivas o ante la toma de decisiones (comprar un piso, tener un hijo, casarse o separarse, cambiar de trabajo, etc.) siempre recurrimos al mismo tópico: “Déjate llevar por la razón, no por los sentimientos”. Es decir, presuponemos que, si elegimos arropado por razones, y no por emociones, tendremos más posibilidades …