¿Sabes escuchar? Alrededor de esta pregunta, central en el mundo del Counselling y que yo me he hecho en numerosas ocasiones, nació el guion del corto que adjunto en este post.
Marian y Sara son dos amigas que hace tiempo que no se ven y quedan en un bar para ponerse al día de sus vidas.
Enseguida aparecen en la conversación varios de los elementos que distorsionan la comunicación: las inseguridades de cada una, la hipocresía de una, la falta de autoestima y asertividad de la otra, todo esto como expresión del miedo a mostrarse auténticas la una frente a la otra, las dobles intenciones en las palabras, la falta de silencio interior como herramienta imprescindible para escucharse mutuamente, el tirar de tópicos cuando no se sabe qué decir en lugar de admitir, simplemente, que no se sabe lo que decir, o la atribución de juicios morales a los sentimientos de cada una.
Todo eso, unido a un exterior lleno de ruido que no facilita esa comunicación, da lugar a un final violento, en el que Sara le devuelve a Marian el mismo gesto violento que ésta tuvo con ella por error y por el que ya le pidió perdón.
A continuación, entra en la historia la empatía, de forma que cuando Sara y Marian son capaces de ponerse la una en el lugar de la otra, el final cambia, las dos amigas terminan charlando animadamente y riéndose juntas.
Espero que os guste y podáis encontrarlo útil.
Gema Humanes, socia de ACHE
1. INT. LOCAL DE COPAS- NOCHE
Un local oscuro, salvo por las luces intermitentes del techo a modo de discoteca, lleno de gente a la que no se distingue muy bien y donde SUENA MÚSICA TECNO. Alguien empuja desde fuera una puerta pesada, que se abre e ilumina por un momento el local.
Aparecen MARIAN (28), muy maquillada, con ropa ceñida y zapatos rojos de tacón de aguja, y SARA (30), que viste ropa ancha, lleva unas bambas rojas y usa gafas.
Marian, con sonrisa forzada, baila de forma sugerente y camina con seguridad, pero de repente tiene un ligero traspiés. Se apoya en Sara para evitar caerse, quien va unos pasos por detrás, también sonriente, haciendo un amago de baile y con el gesto y la postura corporal un poco tensas.
Marian se recompone y mira, nerviosa, a su alrededor, para cerciorarse que nadie ha visto su traspiés, y localiza una mesa, a la que se dirige con seguridad. Sara le sigue frunciendo el ceño para intentar ver bien.
2. INT. LOCAL DE COPAS– MESA- NOCHE
Las dos amigas se sientan alrededor de una mesa alta, en unos taburetes igualmente altos. Sara se sienta en uno de ellos, que está más bajo que el otro, que a su vez cojea, y en el que, con dificultad, se sienta Marian. Llega un CAMARERO (30) atractivo y simpático.
CAMARERO
– Hola chicas, ¿qué vais a querer?
Marian le mira descarada e intensamente.
El camarero mira a Sara, quien frunce el ceño para intentar ver bien, tras lo que le devuelve una mirada tímida y desconcertada.
Marian parece molesta. Las dos amigas, con sonrisa forzada, miran a su alrededor. Marian, que está bailando, sugerente, en la silla, mira de soslayo a Sara.
MARIAN
– La verdad que no has cambiado nada, ¿cómo te va la vida?
Sara está tensa, imita el baile de su amiga, se mueve como un robot. Ante la pregunta parece relajarse.
SARA
(En voz baja, dudando)
– Bueno, eh, pues estoy un poco preocupada, eh, porque mi abuela se ha caído y se ha roto una cadera.
(Como pidiendo perdón por lo que cuenta)
– Y bueno, eh, como mi madre está ocupada con otras cosas, me tengo que encargar yo de ella y de la casa…
(Sigue dudando)
-Además, a mi hamster no sé qué le pasa que no para de dar vueltas en la ruleta de la jaula…
Apenas Sara comienza a hablar, Marian, que mira a su alrededor como buscando a alguien, le vuelve a mirar de soslayo durante un segundo.
MARIAN
(Brusca)
-¿Sabes dónde ha ido el camarero? Estoy crush, yo creo que hemos hecho match.
Sara se encoge ligeramente sobre sí misma en la silla y mira hacia abajo.
Una luz de emergencia situada detrás de Sara se ilumina, tenue e intermitentemente, mientras Marian y la gente del local siguen bailando sin darse cuenta.
SARA (OFF)
(Cabreada)
-Si es que no aprendes, como si no la conocieras, es una puta egoísta, ¿para qué le cuentas una mierda?
Marian y Sara guardan silencio, no se miran y se mueven, incómodas, en sus sillas.
MARIAN
(Sin mirar a Sara)
-Menos mal que los problemas no engordan…O sí …
Marian mira a Sara, que sigue encogida sobre sí misma, y una sombra de duda y culpabilidad aparece en su rostro.
Marian se encoge ligeramente sobre sí misma, pero enseguida se yergue.
Se enciende una nueva luz de emergencia, situada detrás de Marian, intensa pero que dura apenas unos segundos.
La gente parece percatarse que algo pasa, pero cuando miran hacia la luz ésta ya se ha apagado, y siguen bailando.
Sara entorna los ojos y mira hacia la luz de emergencia cuando ésta ya está apagada.
MARIAN (OFF)
(Susurra maliciosamente)
-¡MEH!, pues no, no ha cambiado nada, ahí sigue, dando lástima para llamar la atención.
MARIAN
-Tú lo que necesitas es el número de mi coach de fracasos, haría maravillas contigo.
Sara, aún más encogida sobre sí misma, mira desconcertada a Marian. SUBEN EL VOLUMEN DE LA MÚSICA del local.
MARIAN
(Eleva el tono de voz)
-¡Yolo, chica!
(Observa la reacción de Sara)
-¡Wtf!, pues a mí me acaban de despedir del curro, no sé si voy a poder pagar el alquiler del piso el mes que viene, me ha dejado mi novio…
(Erguida)
-¿Te crees que eres la única persona del mundo que tiene problemas?
Sara, encogida, mira a Marian, compasiva, a continuación de lo cual se incorpora sobre sí misma.
SARA
(En un tono paternalista, fuerza la voz para hacerse entender)
-No te preocupes, ya verás cómo todo se va a arreglar.
Sara se encoge ligeramente sobre sí misma en la silla y mira hacia abajo.
La luz de emergencia situada detrás de Sara se ilumina, tenue e intermitentemente, mientras la gente del local, sin darse cuenta, sigue bailando.
Marian tampoco se percata.
SARA (OFF)
(Le susurra, desconfiada)
– No te fíes, en cualquier momento te vuelve a dar la puñalada.
(Se acerca a Marian)
– Te mereces todo lo bueno que le hayas hecho a los demás.
Marian mira a Sara desconcertada. Marian se encoge ligeramente sobre sí misma, pero enseguida se yergue.
Se ilumina, durante unos segundos y de forma intensa, la luz de emergencia situada detrás de Marian.
Varias personas del local parecen percatarse que algo pasa, pero cuando miran hacia la luz ésta ya se ha apagado y siguen bailando.
Sara entorna los ojos y mira también hacia la luz de emergencia, pero ésta ya se ha apagado.
MARIAN (OFF)
(Con fastidio)
– ¡OMG!, si va a resultar que es una hater.
Marian se levanta repentinamente de la silla y se dispone a bailar, pero los zapatos de tacón de aguja y la silla, que cojea, le desestabilizan.
Marian se agarra al brazo de Sara para evitar caerse, vertiéndole la copa a ésta sin querer.
Sara casi se cae pero consigue apoyarse bien en el suelo, tras lo cual mira a Marian con desprecio.
MARIAN
(Junta las manos, apenada)
-Sorry, sorry, sorry…
Mientras, han SUBIDO AÚN MÁS EL VOLUMEN DE LA MÚSICA, las luces del local comienzan a apagarse y encenderse desenfrenadas, un cañón comienza a soltar humo en el local y la gente baila alegremente, ajena a lo que pasa entre las dos amigas.
SARA
(Grita, dirigiéndose hacia Marian)
-¿Eh?, no te escucho…
MARIAN
(Grita, dirigiéndose hacia Sara)
-¿Eh?, no te escucho…
Sara se encoge ligeramente sobre sí misma en la silla y mira hacia abajo.
Se enciende una luz de emergencia situada detrás de Sara, intermitente y tenuemente, mientras la gente sigue bailando.
Marian tampoco se percata.
SARA (OFF)
(Cabreada)
-¡No te fíes, te ha tirado la copa a propósito!
Sara coge su copa y, de forma violenta, se la echa encima a Marian.
Las luces de emergencia comienzan también a apagarse y encenderse de forma igualmente desenfrenada.
A NEGRO
3. INT. LOCAL DE COPAS- NOCHE
El local se vuelve a iluminar al abrirse la misma puerta pesada del comienzo, empujada por Sara y Marian.
Ambas entran bailando, están animadas y se miran sonrientes.
Sara viste la ropa que antes llevaba Marian y Marian la que antes llevaba Sara.
Esta vez es Sara quien tiene el traspié y Marian le ofrece su brazo para que se apoye.
4. INT. LOCAL DE COPAS- MESA- NOCHE
Se vuelven a sentar en la misma mesa, pero esta vez Marian en el taburete más bajo y Sara en el que está más alto pero cojea.
Las amigas se miran a la cara, la MÚSICA VA BAJANDO EL VOLÚMEN y se escuchan sus risas.
FIN