Luján Gómez Albo nos presenta su libro Sin latido. Entender y acompañar el duelo gestacional publicado por la editorial San Pablo. Psicóloga, máster en Intervención en Duelo y especialista en terapia familiar, esta socia de ACHE compagina la docencia con el counselling.

“No hay latido”. Tres palabras. Solo tres palabras. Y el suelo se derrumba bajo tus pies, Todo un mundo de sueños, ilusiones, deseos, proyectos…se desploma y de repente solo queda el vacío.

Así arrancan las páginas de este breve pero intenso libro marcado por el análisis de la autora, regado con testimonios de numerosas personas, mujeres en su mayoría.

Un texto valiente que aborda el duelo silenciado que se atraviesa cuando la vida no llega a nacer. “El duelo gestacional hace referencia a la experiencia de dolor y el proceso de adaptación ante la pérdida de un hijo en cualquier etapa de su gestación. En lo relacionado con su significado es similar al generado por otras pérdidas significativas pero en su aspecto social presenta importantes diferencias ya que a pesar de los avances de los últimos años en su abordaje, continúa siendo un duelo desautorizado” señala Luján.

“Hablar de pérdidas gestacionales, así como de todo lo que tiene que ver con la muerte, continúa siendo tabú en las sociedades contemporáneas. La permanencia de algunos tópicos como pensar que un aborto de primer trimestre tiene poca importancia o que se puede reparar con otro hijo, hace que se perciban estos duelos como pérdidas menores y no se le dé la importancia que tienen para la familia. Se suele compartir el dolor en pareja o con alguna persona íntima, pero al no celebrarse el nacimiento y no haber recuerdos que avalen su existencia, difícilmente se encuentra el apoyo social necesario, haciendo que la pareja no se sienta autorizada para hablar de su pérdida. Nadie debería normalizar el silencio social y vivirlo en soledad” añade.

Pero además, la autora quiere acompañar y dar visibilidad a esas criaturas y a sus madres y padres que pierden no solo un bebé sino sus sueños para el futuro: “Va mucho más allá del duelo por el bebé fallecido. Junto a ese hijo, se pierde un sueño, el proyecto de futuro y todas las expectativas que estaban puestas en él. Si además es el primer hijo, aparece el miedo a la infertilidad, a no llegar a ser madre o padre y a no poder ejercer ese rol”.

Una lectura recomendable que más allá de la exposición nace con vocación de ayuda. “Si el dolor es el precio del amor, desde mi experiencia, el amor es la cura para el dolor. Solo el amor puede atravesar el sufrimiento para darle sentido y hacerlo fecundo” confiesa Gómez Albo, quien destaca que el duelo gestacional sacude a los dos miembros de la pareja aunque se silencie, por lo que es doblemente doloroso: “Cuando abordamos la figura del padre o de la pareja de la mujer, vemos que es un duelo especialmente silenciado ya que en muchas ocasiones no solo se le priva del espacio para su dolor sino que además se le pide que sea sustento del de la madre… Entonces es necesario reconvertir la relación y buscar una conexión simbólica con el bebé para encontrarle sentido a su existencia y los rituales cobran aquí gran importancia”.

Una novedad literaria que puede adquirirse pinchando aquí.