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Curso de aceptación incondicional para profesionales compasivos

Del 23 al 25 de mayo Ana Martínez imparte esta formación especialmente dirigida a counsellors, personas que acompañan en relación de ayuda, estudiantes y conocedores del Counselling, máster en la materia y profesionales. Un curso que supone una oportunidad de actualización de conocimientos también para socios de ACHE.

Con el objetivo de profundizar en la aceptación incondicional como actitud clave para el acompañamiento a personas a través del Counselling, “Profundizando en la aceptación incondicional. Profesionales compasivos” se impartirá en aula virtual, de 17:00 a 20:00 horas, y busca comprender el significado de la aceptación del otro como actitud de ayuda, así como integrarla para la atención compasiva.

Un curso novedoso fruto de la experiencia e investigación desde hace años de Ana Martínez, quien ha contestado a algunas preguntas al respecto.

La aceptación incondicional es una de las actitudes básicas del counselling. Ponerla en práctica requiere un verdadero esfuerzo, ¿por qué?

La aceptación incondicional o consideración positiva es una de las condiciones “necesarias y suficientes” que Rogers identificó como facilitadoras para el cambio en el asesoramiento centrado en la persona. Muchos autores coinciden al afirmar que las tres actitudes señaladas como centrales por él (empatía, aceptación incondicional y autenticidad) se encuentran vinculadas entre sí e incluso algunos aseguran que deberían considerarse juntas como una metacondición, pues la aceptación siempre va de la mano de la autenticidad y la empatía armonizada.

¿Qué implica para el ayudante la consideración positiva? ¿Y para el ayudado?

Hay quienes destacan que la consideración positiva incondicional es un reconocimiento a la autonomía del cliente o ayudado, un derecho que pasa por elegir los contenidos a trabajar para tomar sus propias decisiones. La aceptación incondicional parte de la premisa de no desear cambiar al otro, lo que no es incongruente con un ejercicio de sana confrontación, en caso de considerarlo necesario siempre con idea de promoción de salud. Por otra parte, los efectos en el ayudado que genera el despliegue de esta actitud son: la posibilidad de explorar su propio mundo, iniciar el camino de la autoaceptación, aumentar su autoestima y evitar que se rompa el vínculo con el ayudante.

De la aceptación incondicional a la compasión solo hay un paso. ¿Cómo podemos acercamos al consuelo?

A través de la presencia plena, la cercanía para el reconocimiento de las zonas sanas y heridas; la atención para identificar logros, baches y  encrucijadas; la visión positiva del otro para creer en sus posibilidades, el refuerzo positivo, la comprensión emocional; la ternura y calidez que proporcionan cuidado, protección y ayuda; el compromiso responsable de permanecer al lado del otro con entusiasmo, el respeto que se traduce en la preocupación por que la otra persona crezca y se desarrolle tal cual es, la flexibilidad para aceptar diferencias en la percepción de la realidad por parte del otro y la ausencia de juicio moralizante para aceptarlo sin juicio de valor.

¿Los profesionales de la relación de ayuda debemos ser compasivos?

Considero que la compasión es condición necesaria y previa para el desarrollo y despliegue en el ayudante de la aceptación incondicional. Sinclair identificó la compasión como la sensibilidad al sufrimiento en uno mismo y en otros con el compromiso de tratar de aliviarlo y prevenirlo. De esta manera, la compasión nos permite reconocer el sufrimiento presente en el otro, y la aceptación incondicional es la actitud con la que nos acercamos a la persona necesitada de ayuda. Por tanto, la compasión y la aceptación incondicional se hacen presentes de manera conjunta en el ayudante.

Las personas interesadas en realizar dicha formación pueden inscribirse a través del siguiente enlace: https://www.humanizar.es/formacion/profundizando-en-la-aceptacion-incondicional-profesionales-compasivos