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El counselling al servicio de los procesos de duelo

Llamamos duelo al trabajo que se ha de realizar para adaptarse a una pérdida, algo que de forma constante aparece a lo largo de la vida: pareja, salud, vivienda, empleo, duelo migratorio… aunque es el fallecimiento de un ser querido la que generalmente implica consecuencias más graves acompañadas de un mayor sufrimiento.

Cada persona vivirá su duelo de forma única, no hay dos iguales. En la mayoría de los casos tendrá a su alcance los recursos y apoyos suficientes para abordarlo e integrarlo de forma natural. Pero hay ocasiones en las que no es posible, bien porque se carece de un grupo primario que acompañe el proceso o porque otros factores hacen que resulte complicado como la personalidad, la biografía, la espiritualidad, las circunstancias de la pérdida o el contexto social.

Es posible que algunas personas busquen apoyo especializado al sentirse desbordadas cuando viven su duelo manifestando dolor agudo, desorientación, frustración, miedo al olvido, soledad, ausencia de sentido de la vida o dificultades para continuar con las responsabilidades cotidianas. Es en este momento cuando se aprecia el valor del counselling al servicio del proceso de duelo.

Cuando una persona pide ayuda se inicia un proceso de acompañamiento no directivo en el que ayudante y ayudado construyen una alianza que será el soporte que acogerá el sufrimiento inicial. La persona doliente tendrá que llegar a ser el centro vertebrador del trabajo y para ello necesitará validación, educación sobre la experiencia que vive y llegar a comprender de forma integral qué está pasando y qué puede hacer ante ello.

El recorrido a realizar incluirá distintas tareas: el reconocimiento y la aceptación de la pérdida; la atención a las reacciones ante la misma a nivel emocional, cognitivo y conductual; la despedida y la acogida saludable del recuerdo; el reajuste de la identidad sin la persona fallecida; y la recuperación de una vida significativa. Es indudable que para muchas personas el duelo constituye un auténtico reto, ante el que el counselling se convierte en una poderosa herramienta a la que recurrir.

Por Ernolando Parra, psicólogo y counsellor