Una de las situaciones más delicadas y preocupantes que se nos pueden presentar en el contexto de una relación de ayuda, en un centro de escucha o en consulta es aquella en que la persona ha sufrido abusos de algún tipo (físico, emocional, psicológico, en una relación, laboral o escolar, incluso institucional). Es una cuestión de poder o control que una persona ejerce de manera malintencionada y con animus dammandi (intención de hacer daño) y deja una huella muy marcada en la víctima.
El abuso puede presentarse en muchas formas y contextos, incluso puede pasar inadvertido, disimulado, o puede estar normalizado por el entorno o por la cultura (Bermejo, 2020), de manera que pueden darse situaciones en las que aquellos que lo sufren no se percaten del daño.
Las consecuencias del abuso pueden ser devastadoras y impregnan todas las dimensiones de la persona, tanto físicas y psico-emocionales, incluso espirituales y de relación, siendo necesario un cuidadoso análisis de las mismas, así como de las necesidades del/la consultante a la hora de acompañar de forma eficaz (Bermejo, 2020). Especialmente significativo es el daño que la persona sufre en su autoestima y en su concepción de sí mismo, de los otros y del mundo, en sus creencias y valores espirituales, siendo las dianas principales de nuestra labor en la relación de ayuda.
Desde el counselling, se busca brindar un espacio seguro y acogedor para quienes han experimentado abusos. El enfoque principal es ayudar a la persona a reconstruir su sentido de dignidad y autonomía (enpowerment lo llaman los que saben), así como a sanar las heridas emocionales y psicológicas. Las líneas de acción podrían enmarcarse dentro de los siguientes puntos (Zamorano, 2019):
1. Validación de la experiencia: permite que la persona comparta su historia y sus emociones sin juzgar, demostrando empatía y autenticidad. (Triada rogeriana)
2. Fomento del autoconocimiento y la autocomprensión: reflejando a la persona para reconocer y aceptar sus emociones y pensamientos, permitiendo el proceso de curación, cambio personal y la resignificación de su experiencia. (Primera y segunda fases)
3. Fomento de la resiliencia: se trabaja para fortalecer la capacidad y la responsabilidad de la persona para enfrentar adversidades y superar las secuelas del abuso. (Personalización, 2ª fase)
4. Promoción de los límites saludables: se enseña a la persona a establecer y mantener límites personales, lo que ayuda a prevenir futuras situaciones de abuso. (Acción)
5. Fomento del autocuidado: se promueve el desarrollo de estrategias de cuidado personal y bienestar para ayudar a la persona a recuperarse y reconstruir su vida. (Acción)
6. Atribución de control y resignificación de la experiencia: Saber buscar en la narrativa de su experiencia aquellas acciones que resalten la toma de control, aquello que se hizo bien, aquello que hizo el/la consultante que marcó la diferencia para que hoy pueda estar aquí contándolo y que evitó un final diferente (García y Beyebach, 2022)
Es esencial recordar que el counselling humanista debe trabajar de forma multidisciplinar con la ayuda de profesionales especializados en casos de abuso, como abogados, trabajadores sociales o psicoterapeutas. Sin embargo, brinda un apoyo complementario valioso para ayudar a las personas a encontrar su propia fortaleza interior y recuperarse del trauma experimentado.
Un enfoque compasivo y centrado en la persona para apoyar a los sobrevivientes de abuso mientras navegan por su proceso de curación y recuperación, con escucha empática, fomento del autoconocimiento y fortalecimiento de la resiliencia son solo algunas de las formas en que el counselling humanista puede cambiar el rumbo en un acompañamiento eficaz.
Por Alfonso Octavio Moreno Merino, máster en counselling y director del Centro de Escucha San Camilo de Toledo
Referencias
Bermejo, J. C. (2020). Objetivo cero víctimas. Sal Terrae.
García, F. y Beyebach, M. (2022). Superar experiencias traumáticas. Una propuesta de intervención desde la Terapia Sistémica Breve. Herder.
Zamorano, L. A. (2019). Ya no te llamaran abandonada. Acompañamiento psico-espiritual a supervivientes de abuso sexual. PCC.