Mi vida es un no parar
“No pases de dos mil quinientas revoluciones”. Esto fue lo que me dijo un buen amigo, gran maestro espiritual y mejor mecánico, cuando le enseñé mi coche nuevo hace ya más de dieciséis años. Tengo presente su recomendación en cada viaje que hacemos. Es indiscutible que vivimos unos tiempos de extrema velocidad. Pisamos el acelerador …